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viernes, 27 de abril de 2012

Clay-More 4

Hola amigos!! Perdón por el retraso, me he sentido un poco alícaido estos días y pues he andado de vago por ahí, pero ahora les traigo un Clay-More nuevecito de paquete, y ya saben, comenten y rolenlo con sus cuates :D


A canijo, nos salió malvadita D:

domingo, 15 de abril de 2012

Servicio Social


Una de las cosas más divertidas que he hecho como servicio social fue hacerlo en el seguro popular del hospital donde trabaja mi mamá.

Era el verano de 2007 y como en mi prepa se valía adelantar el servicio social siempre y cuando la institución estuviera de acuerdo en darte tus papeles con fecha diferida, ahí mi madre intercedió un poco por mí, un mocoso de 16 años y, al final, el hospital dijo que sí.

Para mi buena suerte, un primo lejano era el encargado del módulo del seguro popular ahí, como es biólogo era la pura sabrosura y despapaye ahí (¡Puro nepotismo!), en un principio nada más llegaba a las ocho y me iba a la una, y mi gran papel era: A ver señora, pase, ¿me permite sus documentos? A ver (hojeo las copias) aaaaah, le falta la copia de la CURP de Memito, ¿La trae? ¿No? Bueeeeeno, le vamos a sacar su seguro, pero por favor tráigala mañana (¡Y si la llevaban!).

Con el tiempo me empezaron a enseñar cosas un poco más complejas, como el uso del software para afiliar a las familias, era genial, pero muy tardado, aunque tenía un botoncito que te generaba una CURP provisional, normalmente casi exacta a la CURP verdadera, por lo que solo le ponías unos numeritos más y ya, te ahorrabas unos 20 segundos, aunque, me tocaron familias con la friolera cantidad de ¡17 miembros! Como en los viejos tiempos.

También, mientras estuve ahí, acumulé muchas anécdotas, unas graciosas, otras no tanto.

Un día, mientras afiliábamos y renovábamos seguros mientras las señoras cobraban su dinero de oportunidades y el municipio nos alimentaba (¡con tortas!) una señora llegó a actualizar la información de su seguro, me pasaron sus copias y entre ellas venía un acta de defunción, su niña, la más chiquita, la había atropellado longitudinalmente un tráiler (:C) y no la había dado de baja ni de oportunidades ni del seguro (Cosa que me dijeron es común, pues entre más niños tenga una madre en oportunidades la cantidad que les llega en mayor).

En el hospital era donde llegaba la gran mayoría de gente para hacer sus trámites en el modulo, una vez llegó un señor con una bolsa de mandado tamaño llorarás hasta el tope de folders, mi primo me dijo riéndose: Te toca revisar esos folder, ver si vienen completos y me los pasas para actualizarlos, y ahí se me fue todo el día, al menos me dieron un sandwichito.

Había ocasiones en que nos teníamos que ir a quedar algunos días en las comunidades para hacer más simple y masivo el proceso, y lo chido es que esos viajes me los contaban como veinticuatro horas de servicio, la presidencia del municipio nos pagaba el hospedaje y las comidas, así que yo me iba muy feliz a pueblitos perdidos en la sierra.

Al primero que fuimos fue a Chicontla, un pueblo a unas 2 horas, más o menos de por dónde vivo, y llegamos a las oficinas de antorcha campesina, ya ahí estaba una filota de señoras esperándonos y estábamos así desde las 7 hasta como las 5 o 6, bueno, a las 3 nos íbamos a comer, y ahí nanita, que rico hacía de comer la señora que nos daba, los mejores frijolitos que he comido (con el perdón de mi señora madre)

Al tercer día de esta ahí, llegó una señora ciega a renovar su seguro, le revisé sus papeles y le faltaba uno, yo sentí feo de decirle, pero haciendo de tripas corazón le dije, la señora nada más dijo: Ahorita vengo, y se fue, ni me dejó alcanzarla porque ya iba bien lejos, le dije a mi primo, que me dijo que en cuanto regresara la pasara con él luego luego, otras señoras me dijeron que no vivía muy lejos y era cierto, ya que no tardo nada en regresar.

La noche de ese día se pelearon la presidencia y la gente de antorcha campesina donde estábamos, y al final nos sacaron de su casita de antorcha y nos pasaron a la biblioteca de la presidencia, por cierto ahí había un libro con un foto de un tipo chicho che que se titulaba: Vida de un chico banda (WTF!!), antes de irnos a dormir, el presi nos llevó a mi primo, otro don del módulo y a mí a echar cervezas, pero como me vio cara de pilcate pues que me dispara unos tacos y refrescos que ahí mismo había, yo feliz por su puesto, ¡tacos gratis!, al final el presi ya estaba tan pero tan briago que decía que tenía nexos con narcos o los narcos tenían nexos con él, no me acuerdo.

En otro pueblo, esta vez, Santa Rita, hacía un calor del demonio, este pueblo fue más relajado, y un poco menos ajetreado el trabajo, tanto que hasta me dio tiempo de aburrirme en la presidencia, porque ya no había gente en las tardes, para desaburrirme, agarré unos libros negros que había en un librero que decía “Actas” había de nacimiento, matrimonio y defunción, lo extraño, es que las de defunción eran muchas más que las otras dos y la gran mayoría de los muertitos eran por congestiones etílicas (se les pasaba la mano con el agua ardiente). El acta más extraña era una de un señor que murió de congestión etílica, ahogado en su vómito y ahogado en un río, supongo que se cayó al rio de borracho o el río se lo llevó en una crecida, quien sabe.

Lo que más de divertía era que toda la gente de esos pueblos me decía doctorcito, cuando no pasaba de un escolapio de bachilleres, claro yo feliz de que me dijeran doctor, en ese entonces era mi ambición (para, al final, terminar de ingeniero en alimentos desempleado -¡plop!-)

Me gustó mucho esa etapa de servicio social, era cansado, algunas veces sucio, porque luego el tóner de la impresora se ponía rebelde a escupirte tinta en la ropa, pero para mí era gratificante ayudar a esa gente, los “gracias” más sinceras que escuché vinieron de esas señoras que habían esperado por su turno.

Entrando a nuestros anuncios, acabo de incluir a mi amigo León para echarme la mano con algunos guiones de Clay-More, esta joven el muchacho (tiene 14 años) pero tiene ideas muy buenas y graciosas, cuando salga su primer guión esperamos tenerlos por aquí. Quizá se espacié más la publicación de las tiras (Si, más) pues me dedicaré a pulir un poco más la técnica de dibujo y esas ondas (si todo sale bien, quizá hasta a color me anime a sacarlas)

La historia principal continua la siguiente semana (eso espero), y me es grato informarles que hay otras 3 historias en proceso de inicio, una larga y dos cortas, pero falta mucho como para que alguna vea la luz todavía.

Aparte mi graduación es dentro de poco y por esas ondas de que el traje, las fotos, la comida y eso no tenga mucha actividad por acá.

Muchas gracias por leer y nos vemos, en algún momento y en algún lugar.

miércoles, 11 de abril de 2012

Clay-More 3

Híjoles, perdón por la tardanza con la serie, pero un amigo que es mi sensei del dibujo, me regañó y golpeó por ya dibujar bien feo, así que le he estado metiendo práctica a la dibujada, pero se los compensaré (espero).


miércoles, 4 de abril de 2012

Diarios, papelitos y cartitas


Desde hace algunas semanas, por algún motivo desconocido por la humanidad humana, no he podido dormirme a una hora decente (De hecho, ¡¡¡esto fue escrito al veinte para las cuatro de la madrugada!!!) Y ¿Qué se puede hacer cuando no puedes dormir? ¡Hurgar por ahí entre tus cosas! Me sorprende la cantidad de babosadas, revistas, libros, libretas y hojas que he acumulado tan solo desde el 2004… Aunque ahora que lo pienso han sido ocho años de escuela y miles de momentos divertidos, tristes y completamente WTF que registré en 2 pequeños diarios.

El primero que tuve lo empecé como una actividad de la secundaria, allá en el ya lejano 2001, en primer año la maestra nos hizo que lleváramos uno durante todo el año escolar y ella lo revisaba una vez al mes, si, suena raro, pero a esa edad mis entradas no pasaban de:

“Diario: Hoy fui  jugar fútbol con mis amigos, vi la tele y comí sopa de fideo”

Pero con el paso del tiempo empezaron a surgir entradas del estilo: “Fulanita está bien guapa” o las primeras cosas pervs que me pasaron, de las ondas “Hoy al voltear para sacar mi libro de la mochila, se le vieron los chones a la chava de atrás de mi >:D”. Claro, no lo iba a poner así si la maestra lo checaba cada mes, por eso hay páginas escritas con tinta amarilla, que la verdad, aunque yo lo escribí, mi horrible letra de niño lo hace muy difícil de descifrar.

Con el tiempo, ese diario termino registrando gran parte de mi vida secundariana, me sorprende lo baboso que era, bueeeeeeno, sigo siendo baboso, estuve pero si bien friendzoneado, era un completo desubicado, a veces tirado a la depre y tenía (creo seguir teniendo) un gusto por los planes estúpidamente elaborados y la primera novia de manita sudada (Awwwwn ternuritas), pero ese diario tiene un vacio del 2004 al 2006, esos dos años fueron parte importante, creo que de puro y concentrado sufrimiento adolecente.
El segundo diario empezó por el hecho de que perdí el primero en mi cuarto (eso del orden nunca ha sido lo mío). Como me acababa de mudar a Huachinango, aquí mismo en Puebla (oh si, desde los quince años he estado fuera de mi casa, ha de ser por eso que estoy dañadín), para estudiar en el C.B.T.i.s. No. 86 (Aaaaah, good times, good times)… Buenos tiempos cuernos, mis amigos me pegaban y me agarraban de su puerquito el primer año y medio, pero nunca hasta el punto del bulling, porque ahora son mis mejores amigos, quiero creer que ese poco de violencia fue debida a que prácticamente no me defendía para nada y al final, cuando por fin lo logré todo, empezó a ir mejor, esa es una.

En ese diario (y en el primero cuando reapareció) también quedaron los primeros lances románticos de su servilleta, miles de momentos penosos (Dios me sigue dando pena tanta babosada), desde los de una chava con la que nunca se me armó de la cual le terminé gustando a su amiga :P, una chava con la que anduve, troné, anduve y troné… Anduve y troné, may god que idiota y la primerita en serio, la que marcó el fin de mi transito por esa escuela, por la que, casi, me convierto en algo que no era yo (Y de haber sabido como terminarían las cosas ahora en aquel entonces, mejor me hubiera quedado callado ese día de septiembre) Pero pasó por algo y sin ello no sería el muchachón lleno de lolz que hoy soy.

Ah, pero como olvidar la temporada julio 2007 – agosto 2010, la de la universidad, la de los excesos (bah, ni tantos, soy bien aburrido para fiestas y así) las diferentes chicas con las que salí, los nuevos amigos que hice, la parejita que sin querer queriendo formé (y puedo jactarme de que no han tronado ;D)

Vaya, es increíble como unas notitas escritas hace años pueden revivir prácticamente como eras, como pensabas en ese entonces, lo que temías, lo que anhelabas, la verdad leer mis diarios me hacer reír, me recuerda lo mucho que me preocupaban ciertas cosas que no eran para tanto y como algunas cosas que hacía no han cambiado para nada.

Se preguntaran que pasó con la temporada  septiembre 2010 – marzo 2012, la verdad no he escrito nada parecido a un diario desde entonces, bueeeno, si, las entradas del blog, pero parecen más como descripciones de algún tema en específico y no un relato de mi diario acontecer y de lo que pienso, tal vez, quizá, debería volver a escribir en ellos.

¿Ustedes, alguna vez tuvieron un diario? ¿Cómo lo guardaban? La verdad al mío lo dejaba en lo alto o escondido bajo mi cama (junto al por…errrr revistas de sociedá… shi)

domingo, 1 de abril de 2012

Ciudad (Soledad)


Cuando la noche es larga y transcurre lenta y amarga.
Cuando ni el humo de un cigarrillo calma el dolor de mi mirada.

Caminando, perdido y desconcertado por las calles de la ciudad,
oponiéndome al paso de la multitud que me aplasta sin piedad.

Los ocasos y amaneceres, los decesos y los amores,
aunque las cosas pasen y los demás se vayan, ella se queda,
al final solo ella queda.

Cierra los ojos (ciérralos), y calla a tus venas.
Pon el cerrojo, que se escapan las penas.

El sacrificio de la vida culmina con la muerte.
Las horas se hacen eternas, ansió salir.

Eclipse de luna a medio día, creo que mi existencia es tardía,
los amargos tragos de vida y los dulces sorbos de muerte.

¡Mira!, crecen las ausencias y el vacio de las presencias,
me aburren estas tontas carencias.

La cordura se tambalea y el amor solo me decepciona,
al final quedo solo en esta ciudad,
sentado en una banca con mi soledad.

Cuando más inconstante y errante me como mis tristezas,
ella siempre llega, serena y galante,
mi soledad siempre me llena.

Mi soledad no desespera, sabe que siempre,
(tarde o temprano) tendré tiempo para ella.

Cuando mi tranquilidad se resquebraja y las esperanzas se desangran,
ella me cobija en las madrugadas.

Trasnochado y aburrido ella siempre está conmigo.

Mi soledad siempre se queda a mi lado, cuando todos han partido.

A mi soledad solo le puedo dedicar estas palabras:

Me encantas.